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viernes, 5 de octubre de 2012

EDICIÓN No. 28. Testimonio. En las calles de Caracas, en una marcha del Presidente por Catia


El amor del pueblo venezolano por el comandante Hugo Chávez en todo su furor durante la concentración en Catia.

 Así es la comunión de Chávez con su pueblo

Al palpar la emotiva y espontánea relación entre el Jefe de Estado y la gente, cualquiera puede concluir que la revolución bolivariana tiene su futuro asegurado y que ello será ratificado, sin duda, este domingo en las urnas, cuando la mayoría del pueblo venezolano votará no solo por Hugo Chávez, sino por el rumbo socialista del proceso que transforma al país hermano.

Texto y fotos: Luis Alfonso Mena S.
La cita era a las cinco de la tarde del lunes 17 de septiembre en cercanías de Propatria, una estación del metro situada en el inicio de uno de los puntos más populares de Caracas, Catia, ubicado en el extremo oeste de la ciudad.

Allí había sido instalada una tarima que constituía el lugar de partida de la caravana que el comandante Hugo Chávez presidiría a lo largo de las barriadas que, loma arriba, conforman la parroquia de Catia, y ya desde el mediodía el sitio empezaba a ser colmado por miles de sus seguidores.


Las manifestaciones del presidente Chávez son verdaderas fiestas populares. Movilizados por el Partido Socialista Unido de Venezuela y sus aliados, o por las miles de organizaciones populares y comunitarias hoy existentes, o simplemente por el fervor de cada quien, los venezolanos han vuelto un encuentro cultural y una gran celebración cada marcha, cada caravana, cada concentración política del mandatario.

Y Catia, el lunes 17 de septiembre, no iba a ser la excepción: familias anteras ataviadas con camisetas y gorras rojas en su mayoría se apostaban en los entornos del punto de encuentro para la larga, pero alegre espera.

Por tratarse de la campaña electoral en marcha, el lugar se llenaba también de periodistas de todas las procedencias y características: latinoamericanos, europeos, venezolanos; de la derecha opositora o de la Red de Medios Públicos; también de los numerosos medios alternativos surgidos al calor de la revolución bolivariana: expectativa general.

“¡Son diez, son diez, son diez millones, son diez!”, gritaban mientras levantaban sus puños bellas muchachas situadas al lado de las barandas provistas cerca de la estación del metro, en referencia a la meta que se proponen alcanzar de diez millones de votos para el comandante, mientras en las pancartas con enormes corazones amarillos se leía “Chávez, corazón de mi patria”.

Globos, boinas, camisetas, balacas llovían desde los camiones donde Blanca Eekhoud y Cilia Florez, la primera integrante de la Asamblea Nacional y la segunda, ex presidente de la misma, preparaban con decenas de activistas más el arribo del Mandatario.

Hasta cuando éste se produjo, muy a las cinco de la tarde. Y todo fue una locura. Los asistentes parecían multiplicarse. Todos querían tener cerca al creador de las misiones, de los programas y de las políticas públicas que han puesto los recursos petroleros al servicio de los pobres y a quien diario entrega soluciones en materia de vivienda, educación, salud, empleo, cultura, participación política: ¡democracia social!

Entonces Chávez descendió del automotor en el que se desplazaba y se fue al encuentro con la multitud, con quienes le extendían los brazos y sentían con su saludo y su “Epa, comadre; epa, compadre, aquí estoy, pues!” recompensada la larga espera.

Chávez iba de un extremo a otro de la amplia avenida desde la cual se iniciaría media hora después el ascenso a las barriadas de Catia, y estrechaba manos, levantaba puños en señal de alegría, acariciaba a los niños que nacieron en esta revolución y lo ven como a un padre mayor. En fin: era el arrobamiento colectivo repleto de sinceridad, de pasión revolucionaria por el líder: “Te amamos, Chávez, te amamos”, gritaban casi en paroxismo las muchachas, las madres con sus hijos, las abuelas con sus nietos.

Los hombres, de todas las edades, también lo acompañan con igual calor. Uno de ellos nos resumió el porqué de este fenómeno político y social sin parangón en todo el continente americano y podría decirse que en el mundo: “Chávez se parece al pueblo, huele a pueblo, lucha por el pueblo; por eso el pueblo lo ama”.

Rodeado por su gente de Catia, el Presidente atendió luego a casi un centenar de periodistas que le montó guardia en la barriada. Fue una rueda de prensa sui géneris, en la que todos querían hacer preguntas simultáneas, como si Chávez pudiera responder a todos al mismo tiempo.

Pero solícito y amable, luego de preguntar el nombre de cada periodista y su país de procedencia, hablaba con fluidez y manejo a fondo de los temas. “Mi saludo para todos los pueblos hermanos de América Latina, un saludo para el pueblo chileno, el pueblo de Allende”, dijo a una pregunta de un colega austral que colaba su grabadora entre centenares de manos que literalmente cercaban al líder socialista.

Luego, llevado por su pueblo, comenzó el multitudinario ascenso por las calles de las barriadas de Catia. Atrás, cinco emocionadas mujeres comentaban cómo habían logrado hablar con el mandatario y se abrazaban felices: “¡Fíjate tú, chica, ahí estuvimos con el comandante!”, decía una de ellas, con la alegría desbordando su cuerpo de madre luchadora de toda la vida.

Dos horas después, el comandante culminaba su recorrido por calles, callejones y vericuetos de su pueblo. “Los que quieran patria, vengan conmigo”, fue su grito de batalla, fue la voz de comunión con su pueblo, que va con él rumbo al triunfo el 7 de octubre, rumbo a la construcción del socialismo.


Los momentos previos a la concentración bolivariana en Catia.

La juventud venezolana siempre fiel al líder de la revolución.
Las consignas del pueblo para su presidente.


Familias enteras se movilizan en apoyo a Chávez.

El futuro de Venezuela también acompañando al Presidente.


Los medios de comunicación previos a la aparición del presidente Chávez.

Periodistas del medio alternativo CatiaTV, a la espera de las declaraciones del comandante Chávez.


Los medios de la oposición tambien esperando al presidente Chávez.

El pueblo educándose sobre la crisis del sistema capitalista.

Blanca Eekhoudo obsequiando camisas de la campaña presidencial.

El presidente Hugo Chávez dirigiéndose a los medios de comunicación.

Junto con el canciller Nicolas Maduro, el presidente Chávez respondía las inquietudes de la prensa nacional e internacional previo a la movilización´.

En el inicio del trayecto el comandante Chávez saludando al pueblo que lo esperaba con mucho afecto.

La calle abarrotada de personas en respaldo a la Revolución Bolivariana y al Presidente.



Las brigadas motorizadas siempre acompañando las movilizaciones bolivarianas.

Una postal hermosa, una bebe junto con su madre, desde pequeña sintiendo el clamor popular.
Las fotografías del presidente Chávez se ven a lo largo del trayecto.
Una de las tarimas en la que diferentes líderes bolivarianos se dirigian al pueblo.

Viejos, jóvenes, niños, mujeres, hombres todos con el presidente Chávez y con la Revolución Bolivariana.

Durante el cubrimiento de la movilización del presidente Hugo Chávez.

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